Las NIC y las IFRS: normas complementarias a la normativa contable nacional
En España, al igual que en otros países de la Unión Europea, los empresarios están obligados a dar cuenta de sus actividades comerciales mediante la declaración de sus tareas al final de cada ejercicio fiscal. Según el primer punto del artículo 25 del título III del Código de Comercio sobre la contabilidad de los empresarios:
“Todo empresario deberá llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su empresa que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones, así como la elaboración periódica de balances e inventarios. Llevará necesariamente, sin perjuicio de lo establecido en las Leyes o disposiciones especiales, un libro de Inventarios y Cuentas anuales y otro Diario.”
Asimismo, el artículo 34 de la sección segunda de dicho título III, que recoge información sobre las cuentas anuales, manifiesta que:
“Al cierre del ejercicio, el empresario deberá formular las cuentas anuales de su empresa, que comprenderán el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, un estado que refleje los cambios en el patrimonio neto del ejercicio, un estado de flujos de efectivo y la Memoria. Estos documentos forman una unidad. El estado de cambios en el patrimonio neto y el estado de flujos de efectivo no serán obligatorios cuando así lo establezca una disposición legal.”
El caso de los autónomos y de las pymes es algo más especial, puesto que pueden atenerse al Plan de Contabilidad para pymes, que, por la misma idiosincrasia de sus empresas, les autoriza a elaborar cuentas abreviadas, como la cuenta de pérdidas y ganancias abreviada.
según recoge el Código de Comercio, son comerciantes: “1.º Los que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él habitualmente. 2.º Las compañías mercantiles o industriales que se constituyeren con arreglo a este Código.”
En general, las cuentas anuales y las cuentas consolidadas solo resultan de confianza y significativas cuando la contabilidad y los balances están sujetos a principios uniformes, es decir, cuando se rigen por unos principios contables bien definidos.
¿Qué son las normas de contabilidad?
Las normas de contabilidad son especificaciones nacionales o internacionales que atañen a diferentes aspectos de la contabilidad empresarial. El objetivo es, en este sentido, estandarizar la contabilidad y la realización de balances en el espacio judicial correspondiente mediante la unificación de las normas legales, de modo que se pueda comprobar y comparar la información tanto sobre la situación y desarrollo de las empresas como sobre la utilización de los diversos recursos financieros.
Se pueden encontrar disposiciones sobre contabilidad en las leyes nacionales, en los reglamentos de las Bolsas, en la normativa contable de las instancias privadas designadas por el Estado o en las disposiciones contractuales. En lo que respecta a las cuentas consolidadas, debido a la creciente globalización y a la convergencia de los mercados monetarios el foco de atención se centra en los estándares internacionales.
En el caso de las empresas con sede en la Unión Europea (UE) resultan de vital importancia los International Financial Reporting Standards (IFRS) de la International Accounting Standards Board (IASB), más conocida en español como Junta de Normas Internacionales de Contabilidad.
Normativa contable en Europa | |
España | Código de comercio (CCo) y Ley de Sociedades de Capital En España los comerciantes y las sociedades mercantiles tienen la obligación de llevar sus libros de contabilidad en base a criterios comerciales. Este tipo de actividades se rigen por el Código de Comercio (CCo) y por la Ley de Sociedades de Capital, por la que se conciben como sociedades de capital “la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima y la sociedad comanditaria por acciones” (capítulo 1, artículo 1). Plan General de Contabilidad Una concreción de la contabilidad financiera expuesta tanto en el CCo como en la Ley de Sociedades de Capital y otros textos legales es la que recoge el Plan General de Contabilidad (PGC), aprobado en 2007 por el Real Decreto 1514/2007 y que se erige como una amplia adaptación de los reglamentos a los estándares internacionales conocidos como NIIF. Las pequeñas y medianas empresas se deben guiar, sin embargo, por el Plan General de Contabilidad para pymes introducido por el Real Decreto 1515/2007, de 16 de noviembre por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas y los criterios contables específicos para microempresas. IFRS Al igual que el resto de Estados miembro de la Unión Europea, las empresas matrices españolas con cotización oficial realizan sus balances en base a los IFRS. |
Alemania | Handelsgesetzbuch (HGB) En Alemania, los fundamentos jurídicos para la gestión de los libros de cuentas y la realización de las cuentas anuales están recogidos en el Handelsgesetzbuch (HGB). Según dicho texto legal, todo empresario tiene la obligación de presentar sus actividades comerciales y la situación de sus activos en función de los principios de contabilidad generalmente aceptados (Grundsätzen ordnungsgemäßer Buchführung, GoB), principios de aplicación internacional que, sin embargo, no se recogen en ningún documento oficial. En definitiva se trata de un concepto jurídico que los legisladores no han definido explícitamente porque se derivan de las ciencias y de la jurisprudencia, pero también de las recomendaciones de asociaciones empresariales y de las prácticas de contabilidad generalmente aceptadas. Deutsche Rechnungslegungsstandards (DRS) Si las empresas que elaboran balances son empresas matrices (grupos corporativos), son de aplicación los Deutsche Rechnungslegungsstandards (DRS), es decir, las normas contables alemanas, desarrolladas en nombre del Ministerio Federal de Justicia por el Deutsche Rechnungslegungs Standards Committee (DRSC), un gremio contable de derecho privado. Los DRS interpretan las normas de contabilidad, rellenan vacíos reglamentarios y ofrecen directrices detalladas sobre contabilidad corporativa. Como alternativa, se pueden elaborar los estados financieros conforme a las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera), que substituye los estados financieros según el HGB y los DRS siempre y cuando se tenga en cuenta la normativa mercantil complementaria. International Financial Reporting Standards (IFRS) Las multinacionales que cotizan en bolsa no hacen sus balances guiándose por el HGB y los DRS, sino que para ellas se aplican las normas internacionales europeas de las IFRS. |
Reino Unido | New UK GAAP Generally Accepted Accounting Practice (New UK GAAP) Desde el 1 de enero de 2015 se aplica la nueva normativa contable nacional en el Reino Unido, más conocida como New UK GAAP. El marco contable de estas disposiciones se orienta a empresas sin cotización oficial y comprende cinco normas que van desde la FRS 100 hasta la FRS 105.
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Francia | Plan Comptable Général (PCG) En Francia es de aplicación el Plan Comptable Général (PCG) como estándar mínimo para los balances de las empresas que no cotizan en bolsa. El reglamento recoge el siguiente contenido:
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Italia | Codice Civile Las bases mercantiles de la contabilidad italiana están reflejadas en el artículo 2423 ff. del Codice Civile. La posibilidad de presentar cuentas anuales es objeto del artículo 2435. Normas de contabilidad del OIC El Organismo Italiano di Contabilità (OIC) dispone una interpretación y puntualización de las normas de contabilidad del Código Civil italiano para las empresas. Ante la existencia de vacíos reglamentarios en la normativa nacional, se puede recurrir a los International Financial Reporting Standards. IFRS Las empresas no obligadas a realizar una cotización oficial y las compañías aseguradoras italianas que están obligadas a elaborar sus estados financieros pueden atenerse tanto a las IFRS como a las directivas nacionales. |
Normas de contabilidad internacionales
Para equiparar los estados financieros y cuentas consolidadas más allá de las fronteras nacionales, desde hace años se ha estado trabajando para lograr una armonización a nivel internacional en términos de derecho mercantil, tal y como se ha mencionado anteriormente. El objetivo es, por tanto, unificar la normativa contable para la realización de los informes financieros. Entre las normas de contabilidad con relevancia internacional se encuentran las Normas Internacionales de Información Financiera (NIFF o IFRS) de la IASB, pero también los principios de contabilidad generalmente aceptados de los Estados Unidos (United States Generally Accepted Accounting Principles, US GAAP) del Financial Accounting Standards Board (FASB).
Principios contables internacionalmente aceptados | |
IFRS | Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS) son estándares adoptados por el International Accounting Standards Board (IASB) como NIC o Normas Internacionales de Contabilidad para las empresas. El objetivo de esta normativa es la armonización a nivel internacional de los principios de contabilidad financiera. El reglamento está formado por tres partes:
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US GAAP | Los United States Generally Accepted Accounting Principles (US GAAP) son normas de contabilidad estadounidenses emitidas por el Financial Accounting Standards Board (FASB). Estas cuentan con el reconocimiento por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (Securities and Exchange Commission, SEC) y del American Institute of Certified Public Accountants (AICPA) y adquieren, así, categoría legal. Los US GAAP también poseen una gran trascendencia a nivel internacional, debido a que las Bolsas estadounidenses obligan a la presentación de informes conforme al reglamento de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, es decir, SEC. Hasta el año 2007, las empresas extranjeras que querían que su capital estuviera en consonancia con el mercado estadounidense también estaban obligadas a la presentación de estados financieros conforme a los US GAAP o a realizar una conciliación bancaria de acuerdo con los estándares estadounidenses. Con la aceptación de las IRFS por parte del SEC el 21 de diciembre de 2007, esta normativa ha pasado a un segundo plano. |
La contabilidad en España
A nivel nacional, el panorama fiscal en España está reglamentado por los documentos que se han expuesto con anterioridad. Así, el Plan General de Contabilidad pone de relieve en la tercera parte de su texto legal, que versa sobre las cuentas anuales que:
“Las cuentas anuales comprenden el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. Estos documentos forman una unidad y deben ser redactados de conformidad con lo previsto en el Código de Comercio, el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital y en este Plan General de Contabilidad; en particular, sobre la base del Marco Conceptual de la Contabilidad y con la finalidad de mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.”
Cuando se habla en términos mercantiles internacionales y desde que se introdujo el Reglamento sobre las NIC, las empresas con cotización oficial deben cumplir las Normas Internacionales de Contabilidad.
El papel de las NIC en la toma de decisiones
Las Normas Internacionales de Contabilidad están influidas por el espacio económico angloestadounidense. Al igual que las US GAAP, las IFRS se orientan hacia el mercado monetario. Mientras que algunas empresas españolas cubren principalmente sus necesidades financieras a través de capital ajeno en forma de créditos, en el panorama internacional es más común aportar capital propio a través de la Bolsa. Los destinatarios de los estados financieros internacionales son, por lo general, los accionistas y los estados financieros con arreglo a las Normas Internacionales de Información Financiera deben facilitar toda la información a los inversores con el objetivo de que puedan tomar las decisiones adecuadas.
Principio de prudencia vs. principio de devengo
Con la vista puesta en el mercado monetario, el balance centrado en los inversores se guía por normas internacionales teniendo en cuenta, en primer lugar, la rentabilidad por períodos. El balance según las IFRS tiene en cuenta el principio de devengo, un principio por el que los ingresos y las operaciones se registran en el período en el que realmente ocurren y no en el período en el que tienen lugar las entradas y salidas de efectivo. En este sentido aquí también entra en juego el principio de prudencia, con el que se persigue que, si no se tiene una seguridad total, las transacciones sean tenidas en cuenta de una forma conservadora. El principio de prudencia es, por lo tanto, otra de las prácticas a las que se atienen los contables a la hora de elaborar los estados financieros. En este sentido y ante la existencia de dos o más valores para una misma transacción, se deberá elegir el valor más bajo del activo con respecto al balance general o, también, el valor más elevado en cuanto a los ingresos y los gastos.
Ambos principios están reflejados en el Plan General de Contabilidad español, concretamente en el tercer punto de la primera parte, destinado a los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados. Así, se ponen de relieve las siguientes definiciones:
2. Devengo. Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro.
4. Prudencia. Se deberá ser prudente en las estimaciones y valoraciones a realizar en condiciones de incertidumbre. La prudencia no justifica que la valoración de los elementos patrimoniales no responda a la imagen fiel que deben reflejar las cuentas anuales.
Principio de importancia relativa
Siguiendo con el texto legal fundamental a efectos mercantiles en España, es necesario tener en cuenta otro de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, que el PGC define como:
6. Importancia relativa. Se admitirá la no aplicación estricta de algunos de los principios y criterios contables cuando la importancia relativa en términos cuantitativos o cualitativos de la variación que tal hecho produzca sea escasamente significativa y, en consecuencia, no altere la expresión de la imagen fiel. Las partidas o importes cuya importancia relativa sea escasamente significativa podrán aparecer agrupados con otros de similar naturaleza o función.
Con este principio, también conocido como principio de materialidad, se persigue que los estados financieros solo reflejen los hechos económicos que realmente sean trascendentes a nivel económico.
Con ello, el balance fiscal se deriva directamente de la balanza comercial respetando las disposiciones sobre impuestos. La normativa de derecho mercantil a la que estén sujetas las cuentas anuales tanto a nivel formal como textual, será transmitida a través del principio de importancia relativa al balance fiscal. Para el cálculo de los beneficios fiscales es fundamental calcular el capital circulante, que se emite en función de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados.
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