La cuenta de pérdidas y ganancias
La obligación de informar exhaustivamente a las autoridades competentes sobre los ingresos y los gastos de una empresa afecta tanto a las grandes compañías como a los autónomos y a los pequeños y medianos empresarios: todos ellos tienen que presentar sus cuentas en el Registro Mercantil e informar a Hacienda de su rentabilidad (salvo algunos casos). ¿Por qué tal obligación? Porque toda actividad comercial está sometida al pago de impuestos. Y, si bien es cierto que llevar la contabilidad no es obligatorio en todos los casos (como ocurre con algunos profesionales autónomos), también lo es que hay que informar del total de ingresos con el objetivo de calcular la base imponible para los impuestos. Aquí es donde la cuenta de pérdidas y ganancias, también conocida como cuenta de resultados, estado de resultados o estados de ingresos y gastos, juega un papel determinante, constituyéndose como uno de los cinco estados financieros que componen las cuentas anuales incluidas en el Plan General de Contabilidad. En el caso de las pymes y algunas sociedades, se puede optar por un modelo de cuenta de pérdidas y ganancias abreviada. Te invitamos a seguir leyendo para saber en qué consiste exactamente la cuenta de resultados, quién puede presentarla y según qué normativa.
¿Qué es la cuenta de resultados?
La cuenta de resultados o de pérdidas y ganancias es una manera simplificada de calcular el margen de beneficio de una empresa en un ejercicio antes y después de impuestos. El cálculo se basa, a grandes rasgos, en una sencilla operación aritmética, si bien tanto los ingresos como los gastos se dividen en financieros y de explotación.
Ingresos - gastos = ganancias
A diferencia del balance, que representa el estado de una empresa en un momento concreto, la cuenta de pérdidas y ganancias muestra el desarrollo de la actividad de la empresa en un ejercicio contable (año natural). Con este informe, las empresas pueden evaluar su rentabilidad económica durante el ejercicio contable y compararlo con años anteriores. Asimismo, los inversores y auditores pueden utilizarlas para comprender con precisión la composición de los beneficios o pérdidas de un negocio.
¿Por qué se hace la cuenta de pérdidas y ganancias?
En primer lugar, el organismo recaudador necesita conocer el beneficio de una empresa a final de año para saber cuántos impuestos debe pagar. Es decir, responde a un imperativo legal. Pero también es de gran utilidad desde el punto de vista organizativo, pues permite obtener una visión completa de los beneficios o pérdidas generados y, en caso de que sea necesario, poder tomar medidas de forma anticipada.
De hecho, aunque exista la obligación de presentar la cuenta de resultados al cierre del ejercicio, hay empresas que las generan de forma mensual o trimestral para uso interno, pues así pueden conocer con exactitud su estado financiero y, si el desarrollo es negativo, reaccionar a tiempo.
¿Quién tiene que presentar la cuenta de resultados?
No todos los empresarios están obligados a presentar las cuentas anuales en el Registro Mercantil. Por tanto, la cuenta de pérdidas y ganancias, uno de los estados financieros que forman estas cuentas anuales, tampoco será de obligada presentación en todos los casos. Concretamente, los empresarios individuales que no desarrollen una actividad empresarial y no tributen en estimación directa no tienen que entregar el estado de ingresos y gastos.
Tipos de cuentas de pérdidas y ganancias
En función del volumen de negocio, se diferencia entre la cuenta de pérdidas y ganancias normal, la abreviada y la cuenta de pérdidas y ganancias de pymes.
Cuenta de resultados normal
Está regulada en el Plan General contable, que establece su distribución vertical frente al modelo de doble columna que le precedía. En ella los gastos e ingresos se recogen según su naturaleza (y no su función, como ocurre en otros sistemas tributarios). De acuerdo con el PCG, los ingresos se registran siguiendo los asientos del grupo 7 y los gastos según el grupo 6. Este modelo de cuenta de resultados debe ser presentado por todos aquellos agentes empresariales que no se acogen al modelo abreviado, ni son considerados pymes o autónomos.
Cuenta de pérdidas y ganancias abreviada
Tal como puede leerse en la Tercera Parte del PGC, donde se establecen las normas de elaboración de las cuentas anuales abreviadas, pueden recurrir a la cuenta de pérdidas y ganancias abreviada aquellas sociedades (anónimas, de responsabilidad limitada, cooperativa, etc.) que durante dos años seguidos cumplan como mínimo con dos de las tres condiciones que se citan a continuación:
[…]
- Que el total de las partidas del activo no supere los once millones cuatrocientos mil euros. A estos efectos, se entenderá por total activo el total que figura en el modelo del balance.
- Que el importe neto de su cifra anual de negocios no supere los veintidós millones ochocientos mil euros.
- Que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio no sea superior a 250.
[…]
Cuenta de pérdidas y ganancias para pymes
Las pequeñas y medianas empresas cuentan con un PGC propio que establece la obligación para estas sociedades de formular el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto y la memoria, aunque están libres de presentar el estado de flujos de efectivo. Este estado puede ser presentado de forma voluntaria.
Para presentar el estado de resultados, será necesario aplicar el modelo abreviado del PGC. La utilidad de la cuenta de pérdidas y ganancias abreviada radica, sobre todo, en que simplifica el cálculo de beneficios así como la entrega de cuentas anuales para empresas con un tamaño más reducido o con una facturación menor.
Las obligaciones contables de las microempresas, cuyo total de partidas en activo no puede superar el millón de euros, el importe neto de su cifra anual de negocios no puede sobrepasar los dos millones de euros y han de tener un máximo de 10 trabajadores, también están reguladas en el PCG para pymes. Estas empresas no están obligadas a presentar las cuentas anuales en el Registro Mercantil.
Presentación de la cuenta de pérdidas y ganancias
Una vez termina el ejercicio contable, las empresas cuentan con un periodo de tres meses para elaborar la cuenta de pérdidas y ganancias y el resto de estados financieros obligatorios. En España es la Agencia Estatal Tributaria el organismo que concentra la labor recaudatoria a favor del estado. Si bien las cuentas anuales se presentan en el Registro Mercantil para su legalización y registro, Hacienda o sus equivalentes regionales también necesitan contar con la información que les permita determinar el margen de beneficio de una empresa y su grado de participación en las arcas generales. Este estado financiero supone la base sobre la que se calcula el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) o su equivalente para personas jurídicas, el impuesto de sociedades (IS). Ambas son figuras impositivas obligatorias para todo aquel que genere capital y se consideran el pilar del sistema tributario contemporáneo español.
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