Gestión de energía según ISO 50001
Todas las empresas, sin importar su tamaño, tienen algo en común: consumen energía. Algunos más que otros, todos los negocios deben tener en cuenta los recursos que consumen, ya sea para reducir costes o para proteger el medioambiente. La certificación ISO 50001 ofrece directivas a las empresas para hacer sus sistemas más eficientes. Con la certificación asociada de un sistema integrado y funcional de gestión de energía (EnMS), la empresa puede promocionarse a nivel internacional. ¿Qué se debe tener en cuenta?
¿Qué es la ISO 50001? Definición y explicación
La norma internacional ISO 50001 proporciona directivas para un sistema de gestión de la energía, lo que permite mejorar de forma continua y sostenible la eficiencia energética de una empresa. Obteniendo la certificación internacional se demuestra que la norma se ha implementado con éxito.
Las empresas implementan un sistema de gestión energética para optimizar la eficiencia energética. Los costes de energía tienen un gran impacto sobre el presupuesto, especialmente para las grandes empresas manufactureras que dependen de equipos pesados. Este aspecto, así como la protección del medioambiente y del clima, explica el interés por utilizar los recursos energéticos de la forma más eficiente posible. La norma ISO 50001 establece un uso de la electricidad y otras fuentes de energía de la manera más eficiente posible. Para esto, el sistema identifica los puntos donde es posible ahorrar y mejora constantemente el uso de la energía.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado directrices para diversos sistemas de gestión: ISO 9001 para la gestión de la calidad, ISO 14001 para la gestión medioambiental, ISO 31000 para la gestión de riesgos o ISO 50001 para la gestión de la energía. La mayoría de las normas tienen en común la posibilidad de certificación: si has implementado un sistema según las directivas de la norma, puedes hacer que una compañía externa verifique la implementación. Este certificado es reconocido en la mayor parte del mundo.
La norma está estructurada de tal manera que cualquier empresa pueda implementarla y la formulación de las directivas no tiene en cuenta ni el sector ni el tamaño de la empresa. ISO 50001 también es aplicable a las autoridades y otras organizaciones.
Todas las normas mencionadas siguen la estrategia de mejora continua. Para esto se emplea el círculo de Deming.
ISO 50001 no está legislado: ni los legisladores nacionales ni los internacionales exigen una certificación conforme a la norma. Sin embargo, cualquier persona que desee que su empresa cumpla con la normativa medioambiental debe tener la certificación ISO 50001.
Componentes de la norma
ISO 50001 incide en la empresa al completo. Para que el sistema de gestión energética funcione correctamente, tanto los empleados como la dirección deben trabajar al unísono para implementarlo. Sin embargo, la responsabilidad siempre recae en la dirección de la empresa. Esto está explícitamente formulado en la norma.
En 2018, la ISO 50001 fue sometida a una revisión. Al igual que otras normas, el documento se adaptó a una estructura de alto nivel. El objetivo es que todas las normas para los sistemas de gestión sigan la misma estructura y usen el mismo vocabulario.
Los componentes esenciales de la norma se encuentran en las secciones cuatro a diez. Los tres primeros capítulos contienen únicamente la información que acompaña al presente documento.
Contexto de la empresa
El primer paso es analizar a la propia empresa, englobando tanto los aspectos internos como los externos. Los factores externos son, por ejemplo, los requisitos legales que se imponen a la gestión energética de una empresa. Aquí se toman en consideración todos los factores que pueden tener una influencia positiva o negativa en el sistema de gestión de la energía. Otra de las tareas es identificar a todas las partes interesadas. De esta información se pueden derivar riesgos y oportunidades.
Liderazgo
Aunque, según la norma ISO 50001, todos los empleados de una empresa deben participar en el sistema de gestión de la energía, la norma asigna una responsabilidad especial a la dirección. La dirección de una empresa no tiene que llevar a cabo todas las tareas por sí misma, pero está obligada a delegarlas como corresponda y debe dar cuenta de la gestión de la energía.
Parte de un sistema funcional de gestión de la energía es una política energética. Esta es una guía general sobre cómo se posiciona la empresa en el contexto de la gestión energética. Estos principios se deben comunicar a todos los empleados de forma comprensible. Del mismo modo, a nivel directivo se deben distribuir los roles y obligaciones. Para que el sistema de gestión de la energía sea eficiente, la gestión también debe proporcionar recursos y capacidades suficientes para su aplicación.
Planificación
Al planificar un sistema de gestión de energía de acuerdo con la norma ISO 50001, se debe tener en cuenta que el sistema ha de mejorar continuamente. Los riesgos y oportunidades ya identificados también desempeñan un papel en este sentido, porque se pueden emplear para garantizar que la gestión de la energía se implementa de forma correcta y evitar riesgos. Parte de la planificación consiste también en identificar a los principales consumidores de energía. Estos son los aspectos donde un sistema de gestión de la energía debería ser más efectivo. Para determinar si el sistema de gestión de la energía tiene éxito, la empresa debe establecer indicadores. Partiendo de los datos, puede entonces determinarse si el sistema ha alcanzado sus objetivos.
Soporte
Como habíamos mencionado, para una gestión eficaz de la energía, se requiere un suministro de recursos y capacidades. Para esto hay un capítulo de la certificación ISO 50001 que explica las modalidades de apoyo de forma más detallada. Los servicios de soporte deben estar disponibles no solo para la implementación de un sistema de gestión de la energía, sino también para su funcionamiento continuado. Aquí, no solo importan los medios monetarios: también es importante que todos los empleados dispongan de los conocimientos técnicos necesarios. Se deben documentar todos los recursos proporcionados.
Operación
En este apartado el texto se hace más específico: es el momento de adaptar el plan a los procesos ya presentes en la empresa. Para esto, hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿cómo se puede mejorar la eficiencia de los consumidores de energía identificados? Las medidas para aumentar la eficiencia se deben diseñar de manera que puedan aplicarse de forma natural en las operaciones cotidianas. En el futuro, la empresa debe también examinar cada nueva adquisición que afecte a la gestión de la energía para ver cómo incide en la eficiencia.
Evaluación del desempeño
Los indicadores que se debieron definir durante la fase de planificación del sistema de gestión de la energía pueden utilizarse ahora para comprobar el resultado de su implementación. Para evaluar el desempeño, se recopilan datos periódicamente. Si no se alcanzan los objetivos, se debe adaptar el sistema.
Mejora
Las normas ISO para los sistemas de gestión conceden gran importancia al hecho de que la implementación de un sistema eficiente no solo consiste en mejoras para la empresa, sino también en la mejora constante del propio sistema. Por lo tanto, una de las tareas consiste en la búsqueda continua de aspectos que puedan mejorarse. Se deben detectar las oportunidades de optimizar el sistema de gestión de energía y con ello también la eficiencia energética de toda la empresa. Estos esfuerzos también deben documentarse.
La certificación ISO-50001
Una vez se ha implementado la norma con éxito, un instituto independiente puede certificarlo. Una certificación ISO 50001 tiene validez internacional y, por lo tanto, ofrece una ventaja competitiva en la mayor parte del mundo. Además, tras el análisis del organismo de certificación, podrás asegurarte de que se ha establecido un sistema eficaz y puede contar con los efectos positivos correspondientes.
Paso 1: auditoría interna
Antes de contratar los servicios de un prestador externo para realizar una revisión, se debe realizar una auditoría interna. Para esto, se pueden buscar los servicios de terceros competentes (incluyendo organismos de certificación). Sin embargo, la auditoría interna no forma parte explícita del proceso de certificación propiamente dicho. En este primer paso, se deben detectar posibles puntos de fallo de la auditoría externa. Si es necesaria la asistencia de un experto, este también puede proporcionarte consejos para la implementación de la certificación ISO 50001.
Solo después de examinar el propio sistema, se puede contratar a un certificador. Cada empresa puede elegir su propio organismo de certificación. Hay diversas empresas y asociaciones disponibles para este fin. Entre las más conocidas, están las diversas organizaciones regionales de TÜV. En la primera etapa del proceso, el auditor lleva a cabo una verificación de documentos. De este modo, se asegura de que todos los pasos para la implementación de ISO 50001 se han documentado de forma completa y correcta.
Una vez superado este paso, se procede rápidamente al segundo. Sin embargo, si el auditor detecta errores, dependiendo de la gravedad de estos se decide si el proceso continúa y, en su caso, de qué modo. Si se encuentran demasiados errores, el procedimiento de certificación se interrumpe. Sin embargo, si solo se hallan algunas deficiencias, la empresa auditada tiene plazo hasta la segunda parte de la auditoría para subsanarlas.
Paso 2: certificación oficial
En el segundo paso, el agente certificador se dedica a la implementación concreta de la norma. En otras palabras, el agente certificador entra en funcionamiento, habla con los empleados de forma aleatoria y comprueba la aplicación real de un sistema de gestión de energía. También realiza una nueva verificación de documentos, esta vez más detallada. Al final, tiene lugar una discusión detallada durante la que el auditor transmite sus hallazgos y señala también las áreas problemáticas. Si se detectan errores durante la segunda fase de la auditoría, es posible corregir posteriormente los errores para que cumplan con la norma. Para ello, se realiza una auditoría posterior en la que se evalúan las medidas de mejora.
Paso 3: auditoría anual de supervisión y recertificación
Si finalmente se otorga un certificado, este tiene una validez de tres años. Dentro de este período, el organismo de certificación lleva a cabo una auditoría anual de supervisión. El objetivo de esta auditoría, de menor escala, es verificar que se cumple la certificación de sistemas de gestión medioambiental. Para esto, también se tiene en cuenta la presencia de procesos de mejora continua. Pasados estos tres años de validez, se procede a la recertificación, en la que se repite todo el procedimiento de auditoría.
Costes de la certificación ISO 50001
El coste de la certificación ISO 50001 depende de varios factores. En primer lugar, se debe recordar que la implementación de la norma (y, por tanto, la propia adaptación o creación de un sistema de gestión energética) ya está asociada a costes. Es necesario disponer de recursos para su planificación y ejecución. Los gastos financieros dependen en gran medida de las condiciones de la empresa.
Los costes reales de la certificación también varían en función de la empresa. Para calcular los costes, los organismos de certificación se basan en un sistema del Foro Internacional de Acreditación (IAF), según el cual el precio de la implementación depende del tamaño de la empresa (medido por el número de empleados) y del sector. Estos dos factores influyen en la escala de la auditoría y, por lo tanto, también en los costes.
Una certificación ISO-50001 está asociada a una gran inversión de esfuerzo y costes. Sin embargo, seguir los requisitos de la norma de una manera disciplinada resulta en un sistema de gestión de la energía eficiente y, por lo tanto, en ahorro. La certificación asimismo trae una ventaja competitiva, que puede tener ventajas financieras adicionales.
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