Empresario individual (autónomo): definición y características

¿Has decidido montar un negocio y no sabes qué forma jurídica elegir? En principio, tu decisión dependerá de aspectos como el capital inicial con el que cuentes, si emprendes solo o junto a otros socios, los impuestos, etc. Entre las opciones existentes y más populares se encuentra la del empresario individual, es decir, la del empresario autónomo. ¿Sabes en qué consiste esta figura?, ¿conoces sus ventajas e inconvenientes? Aquí toda la información.

Definición de empresario individual

Se trata de una forma jurídica para personas físicas constituida por un solo individuo que, aunque tiene la ventaja de gestionar y dirigir por sí solo la actividad empresarial, ha de responder con todo su capital privado ante las deudas contraídas (si las hubiese), es decir, está sujeto a una responsabilidad ilimitada sobre las consecuencias económicas de su actividad.

Nota

El diccionario de español jurídico de la Real Academia Española define a las personas físicas como un “individuo con capacidad jurídica para ser titular de derechos y cumplir con obligaciones”.

Para empezar una actividad empresarial como empresario autónomo, además, no se requiere capital inicial, como sí ocurre en el caso de las sociedades limitadas o las sociedades anónimas. Esto permite a los futuros autónomos contar con un capital mayor para hacer frente a la inversión inicial: activos, alquiler, gestiones burocráticas, etc.

Además, el hecho de que la figura de empresario individual deba llevar personal y directamente la actividad empresarial, no significa que no pueda contratar a otros trabajadores.

Existen diferentes formas de empresario individual: trabajadores autónomos, profesionales autónomos, empresario societario, autónomo económicamente dependiente, autónomo agrario, etc. En términos generales, en este texto se hace referencia a los dos primeros (estos son, trabajadores y profesionales autónomos).

Nota

En la normativa española existen diferentes leyes que regulan el trabajo del empresario individual, entre otras:

- la Ley 20/2007 del Estatuto del trabajo autónomo,

- la Ley 6/2017 de Reformas urgentes del trabajo autónomo,

- la Ley 14/2013 de Apoyo a los emprendedores y su internacionalización.

Obligaciones del empresario individual

Los autónomos cuentan con una serie de obligaciones en diferentes ámbitos que aparecen detalladas a continuación.

Trámites de alta

Para empezar su actividad económica, el empresario individual ha de realizar una serie de trámites burocráticos de alta en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y la Seguridad Social. Frente a otras formas jurídicas, la creación de un negocio como empresario individual es menos elaborada.

Cuota de autónomo

Una vez se inicia la actividad, el empresario autónomo tiene que pagar mensualmente la cuota de autónomo, mediante la que cotiza a la Seguridad Social. Dicha cuantía puede variar dependiendo de la base de cotización que el autónomo escoja, siendo en 2020 la cuota mínima de 286,15 euros y la máxima de 1233, 33 euros. Con todo, existe una medida para favorecer a quienes acaban de empezar con el desarrollo del negocio: durante el primer año de actividad, los empresarios individuales que desempeñan por primera vez una actividad por cuenta propia pueden optar por una cuota de 60 euros mensuales, la conocida como tarifa plana (durante el tercer y cuarto semestre la cuantía de la cuota crece, si bien sigue siendo inferior a la cuota mínima habitual). Además, el empresario individual deberá tener en cuenta también si, además de las cotizaciones a la seguridad social, optará por algún seguro, ya sea personal (seguro de jubilación, de accidentes, sanitario, etc.) o para el negocio (seguro de establecimiento, de vehículos, de defensa legal, etc.).

Obligaciones contables y tributarias

En lo que hace a las obligaciones tributarias, el empresario individual ha de pagar el IRPF, realizando las declaraciones correspondientes trimestral y anualmente. Lo mismo ocurre con el IVA, impuesto en el que el empresario autónomo ejerce de sujeto pasivo. Este impuesto indirecto también ha de declararse trimestral y anualmente.

Por otra parte, se encuentran las obligaciones contables: los empresarios individuales también deben llevar una contabilidad de forma ordenada, que se adecúe al régimen fiscal por el que cada uno tribute. De esta forma, además de cumplir con el imperativo legal, también se contribuye a una mejor administración del negocio.

Ventajas y desventajas

Como todas las figuras jurídicas, la del empresario individual cuenta, junto con una serie de ventajas, con una serie de inconvenientes que cabe tener en cuenta.

Ventajas Desventajas
Gestión y dirección del propio negocio Responsabilidad ilimitada
Creación relativamente sencilla Con un volumen de negocio alto, la carga tributaria es mayor que si se cotizase como privada
No requiere capital inicial  
Contabilidad más sencilla que en otras formas jurídicas  
Frente al trabajo por cuenta ajena, el empresario individual cuenta con flexibilidad horaria  

Alternativas a la figura del empresario individual

Si el aspecto que más te atrae del empresario individual es que sea una persona única la que se encargue de toda la gestión de la empresa, hay otras figuras interesantes en las que también cabe la citada posibilidad:

Sociedad limitada unipersonal (SLU)

Esta forma jurídica, que debe registrarse en el Registro Mercantil como SLU, coincide con la sociedad limitada en la mayoría de sus características, si bien se diferencia en que solo una persona física o jurídica posee todas las acciones. En las sociedades limitadas deben existir al menos dos socios para que esta se pueda constituir.

Sociedad anónima unipersonal (SLA)

Al igual que en el caso de la SLU, la sociedad anónima unipersonal también ha de registrarse como tal en el Registro Mercantil. En ella, las acciones también pertenecen en su conjunto a una sola persona.

Emprendedor de responsabilidad limitada (ERL)

Figura creada en la Ley 14/2013, se diferencia de los trabajadores autónomos y de los profesionales autónomos en que la responsabilidad no es completamente ilimitada, sino que, bajo determinadas condiciones, la vivienda personal puede quedar excluida en caso de tener que hacer frente a deudas. Asimismo, el emprendedor de responsabilidad limitada está obligado a inscribirse como tal en el Registro Mercantil y en el Registro de la Propiedad y debe presentar las cuentas anuales al finalizar el año fiscal.

Comparativa

  Empresario individual SLU SAU ERL
Impuesto sobre la renta IRPF IS IS IRPF
Contabilidad Depende del régimen fiscal escogido Presentación de cuentas anuales Presentación de cuentas anuales Presentación de cuentas anuales
Capital inicial requerido No hay un mínimo 3000 euros 60 000 euros No hay un mínimo
Responsabilidad Ilimitada Limitada Limitada Ilimitada con excepciones
Consejo

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