¿Qué es la BIOS? (Basic Input Output System)
La BIOS es una piedra angular de la historia de la informática. El término se mencionó por primera vez en la década de 1970, cuando se introdujo en el sistema operativo CP/M (Control Program for Microcomputers), desarrollado por Gary Kildall. Actualmente, la BIOS sigue utilizándose en los ordenadores, aunque, hace unos años, se lanzó al mercado una tecnología sucesora que se está extendiendo cada vez más.
Definición de BIOS: un término con décadas de antigüedad
¿Qué significa BIOS? Se trata de las siglas de Basic Input Output System (en castellano, sistema básico de entrada/salida) y se refiere a un firmware almacenado en un dispositivo de memoria no volátil instalado sobre la placa base del ordenador. A diferencia de las memorias RAM habituales, la memoria ROM que contiene la BIOS no se elimina al apagar el PC y, por lo tanto, está de nuevo disponible al volver a encenderlo. Tan pronto como el usuario enciende cualquier PC de 64 u 86 bits, la BIOS se arranca automáticamente. Al contrario que los sistemas operativos, no tiene que instalarse, sino que ya está integrada en el hardware del ordenador.
Alguna vez se ha sugerido que el término BIOS podría ser un juego de palabras con el término griego bios, que significa vida, porque se trata del software que da vida al sistema operativo del ordenador.
Funciones principales de la BIOS
La BIOS pone las funciones básicas de un ordenador a disposición del usuario. Al encenderlo, comprueba si las partes más importantes son funcionales, como la memoria, la CPU y otros componentes de hardware. Esta prueba se denomina autoprueba de arranque o power on self test (POST).
Si la BIOS detecta un error durante el POST, emite uno o más pitidos por los altavoces del equipo. Estos sonidos sirven para indicar al usuario dónde se ha detectado el problema y siguen diferentes códigos, dependiendo del fabricante: por ejemplo, con la BIOS de IBM, un pitido corto y dos largos indicarían un error de la tarjeta gráfica.
La BIOS soluciona uno de los principales problemas de los ordenadores, ya que cada programa debe cargarse en la memoria principal del equipo para poder ejecutarse. Este proceso también requiere un software que le indique al sistema dónde se encuentra ese programa, como el sistema operativo. Aquí entra en juego la BIOS, el firmware que asume esta tarea. Al mismo tiempo, la BIOS actúa de intermediaria entre la CPU y el software, formando la llamada capa de abstracción de hardware (en inglés, Hardware Abstraction Layer o HAL), una interfaz que permite que el software no tenga que acceder directamente al hardware, sino que pueda obtener sus datos de manera estandarizada.
Otras funciones de la BIOS
A lo largo de las décadas, la funcionalidad de la BIOS se ha ido ampliando cada vez más. Además de ejecutar el POST, ahora también desempeña un papel importante en la gestión del consumo de energía del ordenador, al generar las tablas ACPI necesarias para administrarlo.
Además, no solo comprueba la funcionalidad de los discos duros instalados, sino de los componentes conectados, como los discos duros externos o las memorias USB. El usuario puede establecer el orden en que la BIOS debe comprobar los dispositivos de almacenamiento, lo cual resulta interesante para los casos en los que se debe instalar un nuevo sistema operativo desde un DVD o una memoria USB.
Configurar y actualizar la BIOS
La BIOS también ofrece la posibilidad de configurar el hardware con numerosas opciones. Ten en cuenta que no se recomienda manipular la BIOS a los usuarios con poca experiencia, ya que, por un lado, la interfaz no es muy fácil de utilizar y, por el otro, los errores que se comentan pueden acarrear consecuencias desastrosas para todo el sistema operativo.
¿Cuándo vale la pena echar un vistazo a la BIOS? Por ejemplo, si no eres capaz de iniciar el sistema operativo, puedes intentar localizar los errores del sistema. También si deseas mejorar el rendimiento del ordenador más allá de los valores establecidos por defecto, puedes servirte de la BIOS y, por ejemplo, hacerle overclock a la CPU. Asimismo, puedes realizar ajustes para reducir el consumo de energía.
Si quieres acceder a las opciones de configuración, primero debes abrir la interfaz de la BIOS. Para ello, tienes que pulsar una tecla concreta al encender el ordenador.
Si cambias algún componente de hardware del equipo, como, por ejemplo, el procesador, es posible que la versión actual de la BIOS no reconozca el nuevo componente y el sistema operativo no se pueda ejecutar. En este caso, deberás actualizarla. Con nuestro tutorial paso a paso, podrás actualizar la BIOS fácilmente por tu cuenta cuando te haga falta.
Tecnologías sucesoras: EFI y UEFI
Los elementos básicos de la BIOS apenas han cambiado desde la década de 1980, por lo que esta presenta cada vez más limitaciones frente a los requisitos del hardware moderno. No obstante, hay tecnologías sucesoras que llevan mucho tiempo desarrollándose. La EFI (del inglés Extensible Firmware Interface) se creó en la década de 1990. Desde 2005, se utiliza un desarrollo de esta tecnología, bautizado como Unified Extensible Firmware Interface. Desde la década de 2010, la UEFI se ha establecido como el estándar en los ordenadores de 64 bits y ofrece más y mejores funciones, siendo además más cómoda de utilizar que la BIOS original.
La UEFI cuenta con una interfaz gráfica de usuario, se puede utilizar con el ratón o el teclado y puede acceder a los componentes de red e Internet incluso sin iniciar el sistema operativo. Una de las características que más la diferencian de la BIOS es que la UEFI utiliza un gestor de arranque seguro (en inglés, secure bootloader), es decir, que evita que se inicien sistemas operativos no autorizados y software no deseado y, por lo tanto, aumenta la protección contra los ataques cibernéticos.
A menudo, se habla de la BIOS en los ordenadores nuevos, aunque estos en realidad incluyan una UEFI. Hasta hoy, el término BIOS sigue empleándose para describir este tipo de firmware.