¿Qué es el intercambio de archivos?
Filesharing – intercambio de archivos en Internet u otras redes – es muy práctico y, en principio, también legal. Sin embargo, es importante utilizar herramientas seguras, conocer a los otros usuarios y solo compartir archivos que no infringen los derechos de autor.
Filesharing: ¿qué es el intercambio de archivos y cómo funciona?
Filesharing es una palabra que proviene del inglés y se refiere al intercambio de archivos a través de una red (Internet en la mayoría de los casos). A través de la red se distribuyen a los interesados los archivos almacenados en los ordenadores de los participantes correspondientes o en servidores dedicados. Con respecto al tamaño de los archivos, no hay límites. Por esta razón, las plataformas se utilizan principalmente para enviar archivos de gran tamaño. Los archivos descargados suelen estar disponibles para otros usuarios durante la descarga, de forma que se consigue maximizar el rendimiento de la red.
Debido a la tecnología requerida por la plataforma de filesharing, los usuarios suelen necesitar un software específico para el intercambio de archivos. No obstante, hay cada vez más opciones que funcionan a través del navegador. Además, el término filesharing se utiliza ahora también para referirse al intercambio de archivos más pequeños a través de una aplicación de chat, correo electrónico y medios similares.
El intercambio de archivos en Internet, disponible en todo el mundo, es la forma más común de filesharing hoy en día y, de hecho, suele ser la primera que se asocia con este término. En principio, a pesar de ello, la transferencia de archivos entre dispositivos en una red local o a través de una red privada virtual (VPN) también se puede denominar filesharing.
Filesharing: ¿es legal el intercambio de archivos?
El intercambio de archivos es, en principio, legal. Sin embargo, hay que prestar atención al contenido que quieras compartir con otros usuarios en una red de intercambio de archivos. Hay que tener en cuenta los derechos de autor, que protegen obras artísticas como, por ejemplo, piezas de música, películas o juegos de ordenador. Las respectivas reglamentaciones se pueden infringir rápidamente, lo que puede tener consecuencias legales. Por tanto, si no quieres correr ningún riesgo, evita la descarga o el intercambio de este tipo de contenido en las plataformas de filesharing.
Las advertencias por infracción de los derechos de autor se suelen emitir después de subir archivos a Internet. Esto se debe a que, por un lado, el daño que se causa al poner un archivo disponible a nivel mundial no tiene punto de comparación con el daño producido por una sola descarga. Por otro lado, es más fácil controlar los derechos de autor del contenido subido. No obstante, dado que hay un estrecho vínculo entre subir y descargar contenido en el filesharing, tanto quienes descargan como quienes cargan contenido pueden ser acusados ante los tribunales.
Algunos defensores de descargas ilegales opinan que sus actos no causan daño alguno a los autores del contenido distribuido. Su razonamiento: la descarga de archivos tiene lugar porque el intercambio de archivos es gratuito. Si no fuera este el caso, nunca hubieran adquirido la pieza en cuestión. Sin embargo, los tribunales no tienen en cuenta esta opinión.
- Archivos ilimitados de máximo 2 GB
- Sin necesidad de registro
- Conforme al RGPD
Métodos para el intercambio de archivos
El filesharing a través de Internet es la manera que más se utiliza para intercambiar archivos digitales. Con el paso del tiempo, sin embargo, se han desarrollado diferentes métodos basados en Internet. A continuación, presentamos las más importantes:
- Principio cliente-servidor: el modelo clásico de cliente-servidor es la forma más fácil de compartir e intercambiar archivos en Internet. Una alternativa es, por ejemplo, un servidor FTP donde los usuarios pueden almacenar sus archivos no solo para compartirlos, sino también para solicitarlos y descárgalos en cualquier momento mediante el cliente FTP.
- Red peer to peer (P2P): la red peer to peer, también conocida como red de pares, con un P2P centralizado o varios servidores de coordinación (P2P parcialmente descentralizado) fue durante mucho tiempo el modelo más popular para ahorrar el ancho de banda en el intercambio de archivos.
- Red peer to peer descentralizada: en las redes P2P completamente descentralizadas, los usuarios realizan todas las tareas de comunicación y administración (responder a las búsquedas, establecer conexiones, entre otras) ellos mismos.
- Sharehoster/Filehoster: los sharehosters, también conocidos como one click hoster o filehoster, permiten a cada usuario subir archivos y ponerlos a disposición de otros usuarios. En cuanto a los datos, estos se almacenan en los servidores del proveedor.
- Almacenamiento en la nube: los servicios de almacenamiento en la nube también se pueden utilizar para intercambiar y poner los archivos a disposición de los demás.
Si quieres saber más sobre los servicios de almacenamiento en la nube o los servicios de alojamiento de archivos (filehosting), en la Digital Guide de IONOS vas a poder encontrar más información: en el artículo “Almacenamiento en la nube: comparativa”, presentamos varias soluciones para almacenar archivos en la nube. Ahora bien, si te interesa saber más sobre los servicios de alojamiento de archivos (filehosting), deberías leer nuestro artículo sobre las mejores alternativas a WeTransfer.
Filesharing: información sobre los peligros y riesgos
El intercambio de archivos en Internet es práctico, pero hay que tener en cuenta los riesgos que pueden surgir. En las diferentes redes o servicios de filesharing, se ofrecen y se copian archivos sin estar sometidos a ningún control. Antes de recibir el archivo, los usuarios suelen tener a su disposición solo algunos metadatos. Por ejemplo, el nombre del archivo o la duración del contenido audiovisual. Por ello, los usuarios deben de confiar prácticamente a ciegas de que se trata del contenido deseado.
Así es como los usuarios de los servicios de intercambio de archivos se exponen al riesgo de instalar un software malicioso en vez de descargar el contenido deseado. Este tipo de software también puede ir incluido en la descarga de los archivos seleccionados. Por lo tanto, cuanto más anónimo sea el intercambio, más cuidado debes tener a la hora de descargar archivos. Además, en cuanto a los derechos de autor, existe el riesgo de recibir contenidos cuya distribución es ilegal, especialmente si la fuente es desconocida.
Otro peligro: al utilizar la red P2P u otros métodos similares de intercambio de archivos, puede ocurrir rápidamente que se compartan datos de carácter privado. En la mayoría de los casos, esto se debe a una configuración errónea del cliente, sin embargo, sucede más rápido de lo que se puede esperar.
Compartir datos: ¿cómo se pueden compartir de la forma más segura posible?
En cuanto a la seguridad, el riesgo de intercambiar archivos utilizando las grandes redes u obtener los contenidos de fuentes anónimas es alto. Sin embargo, hay soluciones que son seguras y que permiten compartir datos con otros usuarios sin tener que arriesgarse, ya que ofrecen un alto nivel seguridad.
Filesharing a través del correo electrónico
Los documentos pequeños – por ejemplo, archivos de texto, imágenes, entre otros – pueden intercambiarse de forma segura por correo electrónico. Esto tiene la ventaja que el remitente del contenido se puede identificar claramente. Además, puedes encriptar el correo electrónico para proteger tu tráfico de emails y evitar que sean interceptados o manipulados durante la transferencia de archivos. Esto incluye los correos electrónicos Outlook, Gmail, Gmx o Thunderbird.
Filesharing a través de la nube
El almacenamiento de archivos en la nube como el servicio clásico de Dropbox o las alternativas a Dropbox (por ejemplo, Box, Google Drive y HiDrive) son cada vez más populares, especialmente como solución para almacenar y compartir archivos de forma segura. Para los proveedores de estos servicios, es importante que se garantice la protección y la seguridad de datos, por lo que se implementan medidas como el cifrado, las copias de seguridad periódicas y una protección contra software malicioso. Además, los usuarios pueden determinar quién sube u obtiene los datos a través de los perfiles de usuarios y los enlaces compartibles.
¿Quieres almacenar, editar y compartir datos de forma centralizada y, al mismo tiempo, tener los más altos estándares de seguridad? Para ello, elige HiDrive de IONOS. Este servicio de alojamiento de datos no solo tiene un certificado de la ISO, sino que también es cumple con el RGPD.
Filesharing a través del navegador
El intercambio de archivos a través del navegador no parece ser una opción segura. Sin embargo, los estándares de seguridad en los filehoster de arrastrar y soltar han aumentado en los últimos años. WeTransfer, HiDrive Share o Terashare son soluciones que permiten subir y compartir archivos de hasta dos o incluso diez gigabytes de tamaño a través de un enlace de descarga. No obstante, debes tener en cuenta el problema que mencionamos anteriormente: si la fuente es anónima, la descarga implicará un cierto riesgo.
Si quieres compartir archivos con un tamaño total de hasta dos gigabytes, HiDrive Share de IONOS ofrece este servicio de forma gratuita. Cada enlace de descarga es válido durante siete días.
Filesharing a través de una red privada virtual
Las redes privadas virtuales (VPN) no solo proporcionan el acceso a las redes privadas si se teletrabaja, sino que también son adecuadas para compartir archivos de forma segura. Solo los usuarios autorizados tienen la posibilidad de acceder a los archivos y, por tanto, se recomienda especialmente a las empresas que trabajan con documentos sensibles.
Conclusión: ¿qué debes tener en cuenta durante el intercambio de archivos?
El filesharing es, en principio, legal y existe una gran cantidad de redes y servicios que ofrecen un alto nivel de seguridad. No obstante, si las fuentes son anónimas y si se infringen los derechos de autor, la situación es diferente, pues corres el riesgo de instalar un software malicioso, perder tus datos o tener que afrontar las consecuencias legales. Ahora bien, la forma más segura posible para intercambiar archivos solo puede lograrse mediante identificadores únicos, como una dirección de correo electrónico o un enlace de descarga, que tanto el destinatario como el remitente reconocen.