ExFAT: uso, ventajas y desventajas

El sistema de archivos exFAT es un formato relativamente nuevo, desarrollado para memorias flash como, por ejemplo, los sticks USB y las tarjetas SD, pero que, sin embargo, también se usa en discos duros SSD. No se trata de un sistema totalmente nuevo, sino más bien de una versión especializada de FAT32, optimizada para utilizarse en memorias flash modernas, como los mencionados sticks USB y discos SSD, así como en modelos futuros de este tipo de memorias.

ExFAT es un acrónimo de Extended File Allocation Table, que en español se traduce como tabla de asignación de archivos extendida. El tamaño máximo de clúster en exFAT es de 32 MiB (mebibyte). El número máximo de archivos que pueden guardarse en una carpeta es de 2 796 202, un límite millonario prácticamente inalcanzable para el uso personal. En cambio, los usuarios de aplicaciones profesionales en los ámbitos de la investigación, la industria y los medios disponen por fin, gracias a este formato, de suficiente espacio en términos de número de archivos. En FAT32, la versión predecesora de exFAT, el número máximo era de tan solo 65 534 archivos. ExFAT es, por lo tanto, un avance muy útil para ciertas aplicaciones que requieren muchos archivos –incluso se podría decir que es una solución llegada con retraso.

Desde la versión número 10.6.5, el estándar exFAT también es totalmente compatible con sistemas de Apple. De este modo, aumenta la compatibilidad entre los ordenadores Mac y los que no lo son y se facilita, por lo tanto, la transmisión de archivos. El funcionamiento del formato en sistemas operativos Linux dejó mucho que desear durante mucho tiempo, pero gracias a soluciones basadas en drivers de empresas como Samsung, el problema ha podido atenuarse. En la distribución de Linux Ubuntu, exFAT está incluido en el paquete oficial de fuentes desde la versión 12.04.

En términos algo menos técnicos, se podría describir a exFAT como un formato intermedio entre NTFS y FAT32: es un sistema de archivos moderno como NTFS, pero que goza de tanta compatibilidad como el clásico FAT32.

ExFAT ya es implementado por muchos fabricantes y, por lo tanto, goza de un uso extendido, tanto en sticks USB, como en discos SSD. A pesar de no presentar restricciones técnicas respecto al tamaño de los archivos, como hemos mencionado antes, en la práctica se ha demostrado que exFAT funciona de forma más eficiente cuando el tamaño total de la memoria no es muy grande.

A continuación, te damos algunos consejos para usar el formato exFAT de forma óptima. Por un lado, los discos duros de gran tamaño que solo se usan en ordenadores Windows han de tener siempre un formato NTFS. Lo mismo se aplica a los datos a los que se debe acceder rápidamente, como pudieran ser los de una aplicación en tiempo real. Si es necesario comprimir archivos, debe recurrirse a NTFS, ya que exFAT no reconoce las compresiones. En el resto de casos, es preferible usar exFAT (o, si las cantidades de datos son pequeñas, también FAT32).

ExFAT muestra sus puntos fuertes, especialmente, cuando se trata de transmitir datos rápidamente entre sistemas Apple y sistemas PC, una función muy importante hoy en día. Sin embargo, este intercambio de datos ya no suele realizarse directamente de ordenador a ordenador, sino a través de la nube, con lo cual ya no se requiere una memoria extraíble con un sistema de archivos exFAT.

El trabajo conjunto entre ordenadores Mac y PC causa problemas desde hace ya mucho tiempo, puesto que Mac no es compatible con NTFS. El inconveniente de FAT32 es que no permite guardar datos con un tamaño que supere los cuatro gigabytes, aproximadamente. ExFAT ofrece la solución a este problema, porque permite guardar archivos de mayor tamaño (películas, por ejemplo) en una misma memoria, a la que además pueden acceder distintos dispositivos con diferentes sistemas operativos. Son muchos los usuarios y los expertos que alaban la flexibilidad de exFAT.

En otras palabras, el sistema de archivos exFAT se usa como alternativa siempre que no es viable aplicar una solución NTFS a causa, por ejemplo, de la estructura de los datos. En los llamados sistemas embebidos funcionan bien todos los formatos FAT, especialmente exFAT, que también se adapta muy bien gracias a su estructura ligera. Puesto que consume poco espacio de almacenamiento y poca electricidad, exFAT suele usarse también a menudo en firmware. Si se compara exFAT con su predecesor, FAT32, exFAT gana en términos técnicos, ya que, entre otras cosas, admite mayores tamaños de archivo y de partición.

ExFAT resulta útil, en particular, cuando diferentes sistemas operativos han de trabajar conjuntamente. El formato funciona tanto en Mac como en Windows y Linux, así como en todo tipo de memorias, desde discos duros hasta sticks USB o tarjetas SD. De este modo, exFAT soluciona los problemas descritos, relativos al almacenamiento multiplataforma de archivos de gran tamaño. Gracias a todas las ventajas que ofrece en comparación con el antiguo estándar FAT32, se podría decir que exFAT es el FAT mejorado.

El hardware multimedia (cámaras, radios de coche, reproductores multimedia o televisores) no suele llevarse bien con el sistema de archivos NTFS: como consecuencia, estos aparatos a menudo no pueden mostrar ni reproducir los archivos de audio y de vídeo. A menudo, ni siquiera se reconoce la carpeta, sino que solo se ve un stick USB, una tarjeta SD o un disco duro vacíos, incluso aunque todos los datos hayan sido copiados adecuadamente y se hayan mostrado y reproducido previamente sin problemas en el ordenador. En este tipo de casos, el estándar exFAT es, por lo general, más compatible que NTFS y sí permite mostrar y reproducir archivos en prácticamente todos los dispositivos multimedia, sean actuales o no.

Para poder usar exFAT en un ordenador con el antiguo sistema operativo Windows XP, es necesario instalar una actualización. De lo contrario, no reconocerá el formato. Windows Vista también requiere que se instale el Service Pack 1 o el Service Pack 2 para poder reconocer exFAT.

Por otro lado, exFAT a veces da problemas si se usa de forma intensiva, al margen del sistema operativo y de la plataforma: puede que el disco duro o soporte de almacenamiento no se reconozca o que se necesiten varios intentos para transmitir los datos sin que se produzcan errores. Puesto que exFAT no copia los datos maestros de forma redundante, los soportes de almacenamiento que usan exFAT como sistema de archivos siempre han de extraerse del ordenador con cuidado. De lo contrario, podrían perderse datos para cuya recuperación quizá habría que pagar a un profesional.

Además, la imposibilidad de comprimir archivos hace que exFAT no sea la mejor elección en todos los casos. Por eso, si solo trabajas con Windows y no necesitas transmitir datos entre plataformas diferentes, NTFS sigue siendo la mejor opción, especialmente por la mayor velocidad que ofrece este sistema más antiguo.

El sistema de archivos exFAT es una versión moderna y técnicamente mejorada del clásico sistema de archivos FAT, por lo que es también mejor que FAT32. Las diferencias radican, principalmente, en la ampliación del tamaño de los archivos y de la partición y en la mejora de la compatibilidad. Frente a NTFS, la cosa cambia, ya que este último es el sistema de archivos estándar de Microsoft.

ExFAT es un sistema de archivos optimizado para usarse en memorias flash y, por lo tanto, no es un rival de NTFS. Se trata, más bien, de un práctico complemento para transferir datos entre distintas plataformas, de un sistema operativo o soporte de datos a otro, de forma rápida, fiable y con el menor número de fallos posible. NTFS no deja de ser, sin embargo, el sistema más rápido.

A pesar de sus muchas ventajas a nivel técnico, el sistema de archivos exFAT aún no es tan conocido entre los usuarios como FAT32 o NTFS. No obstante, sí es usado habitualmente por los fabricantes para formatear dispositivos y está, por lo tanto, muy extendido. Su poca fama en comparación con los otros formatos se debe, en parte, al hecho de que Microsoft no publicase hasta 2019 las especificaciones detalladas de exFAT.