¿Diseño web móvil, responsivo o app?
La pregunta de si merece la pena crear la versión móvil de un proyecto ya forma parte del pasado. Desde hace tiempo, esto es incuestionable y muchas empresas centran sus mayores esfuerzos en cómo llevarlas a cabo en lugar de plantearse si les compensa o no. Ante la creciente tendencia a utilizar Internet en cualquier lugar, las páginas web móviles se han convertido en una oferta necesaria. Especialmente en el sector eCommerce, se ha registrado un enorme crecimiento del tráfico móvil, el cual sobrepasa la capacidad de aquellas tiendas online optimizadas solo en parte.
En España, muchos comercios se han subido al carro de este crecimiento y al de las páginas web adaptadas a todo tipo de dispositivos móviles. Aunque ya hay muchas empresas que incluyen las páginas móviles entre sus proyectos, para algunas es complicado elegir la solución más óptima, es decir, recurrir a una web app, a una native app, al diseño web responsivo o al diseño móvil más antiguo.
Las páginas web móviles, todo un clásico
Los primeros teléfonos móviles con Internet datan de los años noventa del pasado siglo y no pasó mucho tiempo hasta que aparecieron las primeras páginas web optimizadas para estos. Debido a que las pantallas de dichos dispositivos no eran capaces de mostrar webs muy elaboradas, estas primeras páginas web móviles se programaron de la manera más simple posible. Con el progreso de tecnologías como HTML, CSS y JavaScript, así como con la aparición de nuevos terminales móviles como tablets y smartphones, las páginas web móviles se fueron haciendo cada vez más complejas.
Hoy en día, las páginas web móviles se han convertido en un complemento adicional, en forma reducida, para las versiones de escritorio. Debido a que los dispositivos portátiles cuentan con un hardware algo más débil y con un volumen de datos más reducido, a la hora de desarrollar este tipo de páginas, la atención se centra en un tipo de requisitos distintos a los de una página de escritorio. Por ello, en lo que respecta a su programación, por ejemplo, se tiene que prestar atención al hecho de que la página se cargue con rapidez, que tenga una interfaz accesible para los usuarios y que garantice una navegación sencilla y rápida. Adicionalmente, el cometido de los desarrolladores es el de programar webs móviles de modo que la altura y la anchura se adapten de manera automática a la pantalla del terminal en uso.
- Ventajas: funcionan en todo tipo de plataformas, son independientes de la versión de escritorio, el contenido se ajusta perfectamente al usuario y son asequibles.
- Inconvenientes: requieren un mayor mantenimiento, ya que los contenidos de las webs móviles no coinciden con los de la versión escritorio y es necesario un URL adicional.
- Aptas para: proyectos web con contenidos estáticos y páginas web de pequeña envergadura.
Páginas web responsivas, una solución flexible
El diseño web responsivo es uno de los temas más actuales del desarrollo web y, además, también se ha convertido en un factor oficial de ranking para Google. ¿En qué consiste? La definición ya la da su propio nombre, y es que la voz inglesa “responsive” podría traducirse como “adaptable”, lo que describe perfectamente a una página web responsiva. Su configuración gráfica se ajusta durante el proceso de la carga a las posibilidades de los terminales, con el objetivo de que la página ofrezca a todos los usuarios un grado similar de visibilidad y usabilidad. El tamaño y definición de las diferentes pantallas es el criterio principal, aunque la diversidad de métodos de entrada disponibles, como por ejemplo la pantalla táctil o el ratón, así como el ancho de banda de la conexión a Internet, también son aspectos importantes que deben tenerse en cuenta en el diseño web responsivo.
Una página web responsiva se diferencia de las páginas móviles más antiguas en que no existen dos versiones diferentes de una misma página web, sino solo una. Todos los elementos, como bloques de texto, imágenes, etc., se integran en la misma plantilla y solo varía su presentación de un terminal a otro.
- Ventajas: funcionan en todo tipo de plataformas, una plantilla para todos los dispositivos, se puede acceder a todos los contenidos a través de un URL.
- Inconvenientes: su planificación y desarrollo requieren de un presupuesto elevado, las versiones de páginas para escritorio ya existentes pueden ajustarse al diseño web responsivo, pero por medio de un proceso complejo.
- Aptas para: blogs y proyectos web completamente nuevos.
Aplicaciones web, una solución práctica para navegadores
Las aplicaciones web, también conocidas como web apps, son todas aquellas aplicaciones basadas en el modelo cliente-servidor. El cliente es la parte de la aplicación que se le muestra al usuario en su navegador y que posibilita el uso de la aplicación web. A través del protocolo HTTP, el cliente se comunica con el servidor web en el que se aloja la web app y dicho servidor pone el servicio correspondiente a disposición del usuario. En principio, la página web de la aplicación, que tiene un URL propio, funciona como interfaz de usuario. Al contrario de lo que ocurre con las aplicaciones informáticas clásicas, las aplicaciones web no requieren ninguna instalación, sino una conexión a Internet.
Al usar una aplicación generalmente se crean los llamados datos de sesión (por ejemplo, datos de pedido en una tienda online), que se almacenan de forma permanente. Habitualmente, esto tiene lugar del lado del servidor en servidores de bases de datos o en archivos, aunque hay algunos casos en los que, con ayuda de cookies, se produce del lado del cliente. Las web apps pueden usarse en cualquier plataforma y en los dispositivos más variados. La única condición es que el navegador del usuario sea compatible y soporte los estándares web necesarios, como por ejemplo JavaScript o HTML.
- Ventajas: funcionan en todo tipo de plataformas, se pueden convertir en complemento para la versión de escritorio en cualquier momento y no se necesita ninguna instalación.
- Inconvenientes: acceso restringido a algunas funciones, como cámara o GPS, no están disponibles en app stores y requieren de una conexión a Internet permanente.
- Aptas para: proyectos web funcionales con contenidos dinámicos, como por ejemplo tiendas online y proyectos de empresa internos.
Aplicaciones nativas, un ejemplo de exquisitez e independencia
Las aplicaciones nativas se caracterizan por estar diseñadas especialmente a la medida de la plataforma de destino correspondiente. La aparición del iPhone de Apple y de los smartphones Android dio lugar a que este tipo de programas adquiriera un papel relevante en el panorama de los dispositivos móviles. Ya se trate de programas Office, de juegos o de calendarios, hoy en día se puede acceder a las aplicaciones nativas más diversas procedentes de un gran número de fabricantes. A diferencia de las web apps, las native apps tienen que descargarse e instalarse. Por ello, todas las plataformas ofrecen app stores o tiendas de aplicaciones desde las que estas pueden descargarse.
El desarrollo de las aplicaciones nativas para cada sistema tiene lugar por separado, de ahí que para un solo proyecto web tengan que programarse diferentes aplicaciones, como por ejemplo aplicaciones para iOS, Android o Windows. El fundamento lo constituye el kit de desarrollo de software (SDK) del sistema correspondiente. Este tipo de aplicaciones posibilita el acceso a determinadas funciones de hardware del terminal, como por ejemplo el módulo GPS o el micrófono. Además, guardan cualquier cantidad de datos directamente en el dispositivo. Los gestores de aplicaciones nativas tienen la opción de ofrecerlas de forma gratuita o a cambio de una remuneración.
- Ventajas: fáciles de encontrar en cualquier app store, tienen acceso a las funciones de los dispositivos, se pueden usar en cualquier momento y buenas posibilidades de comercialización.
- Inconvenientes: se requiere la programación y actualización de varias aplicaciones para las diferentes plataformas y un elevado grado de utilización del hardware por parte del usuario.
- Aptas para: proyectos web complejos y que requieran una renderización intensiva.
En conclusión
Si pones en práctica las cuatro soluciones anteriores, podrás hacer que tu proyecto web se convierta en un proyecto móvil. Decidirse por la opción más adecuada para cada uno de los casos depende del presupuesto y del tipo de página web que se quiera crear. Si tu presupuesto es limitado, una página web móvil es la opción más asequible y rápida. Debido a la clara separación respecto a la versión original de escritorio, se puede crear en cualquier momento. Sin embargo, en el caso de las páginas web responsivas, el proceso no es tan sencillo.
Los cambios que hay que realizar en el código hacen que la reestructuración de una página ya existente se convierta en una tarea compleja. Si lo que quieres es crear una página web desde cero, puede que lo más acertado sea recurrir al diseño responsivo. Especialmente si tienes que añadir contenidos de manera regular, te será un gran alivio saber que solo tendrás que añadirlos una vez. Si en tus planes está ofrecer contenidos funcionales, es más recomendable publicar la página web como app, para lo que deberás tomar una decisión sobre si la presentas como web app o como native app. Mientras que las aplicaciones web se desarrollan con rapidez y el usuario puede utilizarlas sin necesidad de instalarlas, los puntos fuertes de las aplicaciones nativas son su comercialización y su funcionalidad.
Si cuentas con los medios económicos necesarios, puedes recurrir a la combinación de más de uno de los modelos presentados. Los usuarios de Facebook, por ejemplo, pueden utilizar, además de la aplicación clásica de navegador para PC una versión móvil o diferentes aplicaciones nativas para iOS, etc. De esta manera, la red social puede llegar a muchos más usuarios que una única variante. Aun así, un vínculo para diferentes soluciones también origina muchos más costes en lo que respecta al desarrollo y mantenimiento, y estos deberán tenerse en cuenta a la hora de optar por tal solución.