¿Cuánto cuesta comprar una página web?: consideraciones
Comprar una página web consiste principalmente en la adquisición total de una web ya montada, incluyendo su dominio, diseño, contenido, tráfico y posicionamiento en buscadores. Con esto, el comprador asume toda la responsabilidad sobre dicha página web. Por lo general, quien compra una página web recibe también el contrato con el correspondiente proveedor de alojamiento web, aunque también puede cancelar tal contrato y transferir la web. Sin embargo, comprar una página web no significa ganar dinero automáticamente o desentenderse completamente del proyecto. Una vez efectuada la compra, será necesario adaptar el proyecto a las necesidades personales, así como modificarlo o ampliarlo de acuerdo a los objetivos individuales.
Los pros y contras de comprar una página web
Comprar una página web ofrece la posibilidad de impulsar un proyecto online rápidamente sin mayor esfuerzo, pues permite tener una web sin la necesidad de invertir una gran cantidad de tiempo en su concepción. Independientemente de si se trata de una web corporativa, de una tienda online o de un blog, la mayor ventaja radica en que no hay que empezar de cero. A medida que pasa el tiempo, una página web va adquiriendo un público y un tráfico determinado, por lo que, al comprar una web, las expectativas y el interés de los clientes ya se han despertado. Dependiendo de cómo sea de exitosa la web, es posible ganar dinero y gestionar gradualmente la oferta de acuerdo a tus propias ideas y conceptos. En general, es una inversión que implica un gran ahorro de tiempo y dinero en su concepción y despliegue, así como en gestión, siempre y cuando esté bien estructurada.
Más allá de las ventajas enunciadas anteriormente, comprar una página web no siempre es la solución más apropiada. Inicialmente es necesario considerar cuánto cuesta una página web, teniendo en cuenta la lógica coste-beneficio. El principal reto al que se enfrenta el comprador de una web, es que el capital inicial puede ser, en muchas ocasiones, muy alto en comparación con el capital para crear una página web desde cero. Además, es necesario contar con el tiempo y el dinero adicional que habrá que invertir en la adaptación de la misma según las necesidades propias. Esto será más complejo para aquellos proyectos que demanden una modificación completa del diseño. Sin embargo, recuerda que los cambios repentinos en el estilo de una página web pueden tener una influencia negativa sobre la perspectiva de los usuarios y sobre el posicionamiento en buscadores como Google.
En general, es necesario tener en cuenta que, al comprar una página web, las posibilidades de aplicar y profundizar tus conocimientos son muy limitadas, a diferencia de cuando creas una desde el comienzo.
Además, adquirir una página web implica hacerse responsable de cuestiones de derechos de autor sobre las imágenes existentes, así como sobre textos y contenidos generados por visitantes y usuarios (p. ej. los comentarios). Aplicar este tipo de contenidos a ciegas representa un riesgo innecesario que puede tener consecuencias desagradables en un futuro. Por esto, antes de firmar cualquier tipo de contrato de compra y venta es recomendable tomarse el tiempo necesario para evaluar cuánto cuesta la página web en cuestión y verificar beneficios y desventajas. Recuerda que incluso después de examinar a fondo la web, es posible que posteriormente te topes con un análisis incompleto o inexacto, por lo que los riesgos siempre estarán latentes.
Criterios de evaluación de una página web
Si estás considerando comprar una terminada, es recomendable comprobar de antemano algunos valores de datos y funcionamiento básicos:
- El valor de un dominio: ¿cómo es de apropiado el nombre del dominio para un proyecto y cuál es el precio de tal dominio en el mercado? Para determinar el valor de un dominio existen portales como cuantovalemiweb.es o sedo.com.
- Rendimiento: el número actual de visitantes (tráfico), el ranking en los motores de búsqueda o los enlaces externos, entre otros, son calculables fácilmente con herramientas gratuitas como similarweb.com, alexa.com (ranking de alexa) o sistrix.es. Estas ofrecen una visión global de la cantidad de trabajo que debe hacerse en cuanto a la gestión de la web para llegar al público objetivo.
- Diseño: ¿cómo son de adecuados el diseño y la apariencia de la web para tu proyecto? ¿Está optimizada para dispositivos móviles? ¿Está pensada con un diseño web responsivo?
- Técnica: ¿en qué lenguaje de programación está basada la página web y sus bases de datos? ¿Cómo son de largos sus tiempos de carga? Esta información es necesaria para calcular el coste aproximado del mejoramiento de la web. Las causas de los tiempos de carga muy largos pueden medirse utilizando herramientas como PageSpeed Insights de Google.
- Contenidos: analiza las imágenes y los textos de la página web. Muy posiblemente te encontrarás con cuestiones relacionadas con sus derechos de autor, así como con las contribuciones hechas por los visitantes de la web. Independientemente de cuál sea el caso, el dueño de la web debe ser el propietario de todo el contenido, ya sea contenido producido por sus propios medios, o de pago.
- Ingresos: los ingresos y beneficios generados por una página web solo pueden ser determinados, en su mayoría, por el propietario de la misma. Tales estimaciones pueden depender de valores como el rendimiento y el tráfico.
¿Cuánto cuesta una página web?
Existen diferentes maneras de comprar una página web. Una de ellas consiste en hacerlo a través de plataformas destinadas a la compra y venta de páginas web, así como a la subasta en mercados online específicos. Actualmente es posible encontrarse cientos de estas plataformas en buscadores como Google. La mayoría ofrecen páginas web completas, pero también paquetes que incluyen además otros dominios. Como alternativa también es posible ponerse en contacto directamente con los operadores web y mostrar el interés en la compra. Los datos de contacto se encuentran siempre en el Aviso Legal de cualquier web, en caso de no ser así, se debe comprobar cuidadosamente si se trata de una página web de confianza.
Con las ofertas de este tipo de plataformas, los usuarios se pueden hacer una idea del capital aproximado que se necesita para invertir en una página web ya terminada. El precio depende del tipo de web (Homepage, Shop, Community) y de sus capacidades técnicas y rendimiento (tráfico, posicionamiento en buscadores, etc.). El rango de precios oscila normalmente entre los cientos y los miles de euros. Puesto que un usuario compra una página web con el fin de operarla y ampliarla, siempre es fundamental agregar costes adicionales: alojamiento web, dominio, correo electrónico y otras características necesarias.